Tips

Primero se debe tener en claro que el colchón debe adaptarse a las necesidades de uno y no al revés.  Luego debemos considerar ciertos aspectos claves:

• Peso y Altura de la persona que va a usar el colchón
• Postura en la que duerme
• Preferencias y necesidades
• Presupuesto disponible

Es muy importante tener en cuenta si se posee una dolencia, lesión o enfermedad, o alguna especificación medica determinada para el colchón.

Actualmente la vida útil de un colchón (siguiendo los cuidados y recomendaciones especificadas por cada marca y tipo de colchón) va de los 5 a 10 años acorde a sus características.

• Al menos una vez por mes, debemos rotar el colchón de lado a lado y de pies a cabeza, para lograr que se desgaste uniformemente toda la estructura.
• Evitar sentarnos en los costados o centros del colchón, y hacerlo solo en los pies o la cabecera.

• Proteger: Colocarle un cubre colchón o un forro protector con cierre, evita que pasen al colchón tanto el sudor, como los ácaros y polvillo del ambiente. (para que sea efectivo se deben cambiar los protectores conjuntamente cuando cambiamos las sabanas).
• Ventilar: Evitar tender la cama apenas nos levantamos es una manera de dejar ventilar el colchón (aprox. 10 minutos), y además, al menos una vez al mes, es recomendable destenderlo completamente y dejarlo verticalmente cerca de una ventana.
• Limpiar: Además del aseo de la ropa de cama, es importante una vez al mes aspirar el colchón para eliminar residuos como polvillo y ácaros acumulados en la superficie del mismo.

• Doblar el colchón: se deforma su estructura interna generando daño permanente en su composición.
• Derramar líquidos sobre el colchón: se deteriora su tejido interno y descompone el material.
• Saltar sobre el colchón: se termina hundiendo y deteriorando de manera permanente.
• Dormir en un número mayor a las plazas especificadas para cada colchón (1 plaza = 1 persona)

• Debe tener una estructura sólida que soporte el peso de la persona en caso individual, o que soporte el peso total en caso doble
• Sus dimensiones deben corresponderse tanto al colchón, como al espacio en el que se lo va a colocar (un dato a tener en cuenta es que se lo pueda armar/desarmar sin dificultades en el espacio asignado para el mismo)
• Debe ser compatible con el Colchón. Lo mejor es elegir en conjunto (colchón + box somier), de lo contrario debe tenerse en cuenta que según el tipo de colchón (espuma, resorte, visco elástico o látex) depende la compatibilidad con la base somier, por ejemplo el colchón de látex es el único que no debe usarse con base de somier tapizada por cuestiones de ventilación, es mejor un box de láminas en este caso.

Es más que todo una cuestión de gusto, espacio y necesidad. Sin embargo podemos dar:

• Ventajas de la cama tradicional: tiene un estilo particular, hoy en día vienen numerosos diseños y materiales diferentes, con impronta única y original. Permite una limpieza más fácil por debajo de la misma. Traen respaldo incorporado.
• Ventajas del Conjunto Somier: Su estructura dura más que una cama completa de madera. Tiene altura adaptable que hace más fácil entrar y salir de la “cama”. Es resistente, adaptable en cuanto a firmeza y además, hay muchos modelos que hoy permiten un espacio de guardado en el box somier por medio de cajones o bauleras. Se adapta a espacios más pequeños anexando o no respaldo. Permite una modernización más frecuente (pudiendo cambiar el modelo de box o de respaldo según nuestro gusto o necesidad).

• Somier de medidas individuales (desde 80 a 105 cm. de ancho), el peso máximo será de 120 kg.
• Somier de un cuerpo (desde 135 a 150 cm. de ancho), el peso máximo total será de 180 kg.
• Somier gemelos (2 cuerpos de 80 o 90 cm. de ancho) el peso de cada persona no debe superar los 120 kg. cada uno.

• Bastidor: es la estructura que soporta el somier, puede ser de madera o de metal (el de madera suele ser más robusto).
• Rotulas: piezas que unen y sujetan las láminas al bastidor, pueden ser de pastico, metal o hytrel.
• Tacos: son las patas, deben soportar el peso de toda la estructura, pueden ser de plástico o de madera (estas últimas son más resistentes y robustas).
• Laminas: es donde descansara el colchón, la superficie de apoyo, aquí es fundamental el material y el ancho de la lámina, en ello reside su resistencia.

• Somier de Laminas Sin Tapizar: pueden ser de madera o de metal, y pueden venir fijos o móviles.
• Somier de Laminas Tapizado: pueden estar tapizados en tela o tapizados en eco cuero, son más resistentes, firmes y duraderos.
• Somier con Espacio de Guardado: actualmente en el mercado podemos encontrar una amplia variedad de somier tapizados o en madera que poseen espacio para guardar nuestras pertenencias dentro del dormitorio, pueden tener cajones o baulera. Además, también vienen somier marineros.

A la hora de elegir una almohada se deben tener en cuenta factores como:

• la complexión física de la persona
• la postura al dormir
• preferencias en cuanto a material o relleno
• Presupuesto disponible

Es muy importante tener en cuenta si se posee una dolencia, lesión o enfermedad, o alguna especificación medica determinada para la almohada. Por ejemplo, en el caso de las personas alérgicas, o aquellas que poseen problemas de cervicales.

La almohada optima es aquella que permite que la columna vertebral quede recta, al igual que cuando estamos parados (alineada desde las cervicales hasta la cadera), para lograr la relajación de ligamentos, articulaciones y músculos de la zona, que acumulan tensión durante el día.

• Evita el dolor de cuello, espalda y hombros
• Evita ronquidos y silbidos durante el descanso
• Evita el insomnio o mal descanso
• Permite una mejor circulación sanguínea en la zona

Con una cinta métrica debemos medir la distancia entre el extremo del hombro hasta la cara (de manera perpendicular hasta donde está la oreja), y a ese resultado sumarle entre 2 y 4 centímetros, según la dureza deseada. Las personas que tienen hombros más anchos, necesitan una almohada más gruesa que las personas que poseen hombros estrechos.

Actualmente, acorde a las características de las diferentes almohadas en el mercado, lo recomendable es cambiar nuestra almohada cada 2 o 3 años para evitar sufrir dolencias a causa de su deterioro.

Lo recomendable es lavarlas para evitar que se acumule suciedad interna, otra forma de protegerlas es colocándole fundas o forros con cierres para evitar que acumule sudor, saliva, ácaros o polvillo (es importante cambiar la protección y lavarla, al menos una vez a la semana), y también se debe rotar de lado a lado la almohada periódicamente.

Es importante que a la hora de lavarlas prestemos atención a las instrucciones de lavado que nos dan las etiquetas de las mismas (no todas pueden meterse a la lavadora), además se recomienda usar jabón líquido para evitar que queden residuos del mismo en la estructura interna de la almohada, y dejar secar muy bien (preferentemente un día completo al sol o intemperie) para evitar que se llene de humedad y hongos.

La mejor postura para dormir en este caso, es de costado y con la columna vertebral derecha. No debemos utilizar una almohada demasiado alta, para evitar que la cabeza quede flexionada hacia adelante y obstruya los conductos respiratorios.

• Fibra: cómoda, fresca, transpirable y lavable.
• Espuma: más rígida pero esponjosa.
• Visco elásticas: Adaptables y termo sensibles.
• Látex: Adaptable, suave y ventilada.
• Plumas: mullidas, adaptables, pero un poco calurosas.

• Duermo boca abajo: se recomienda blanda y fina para que no se apriete la garganta y dificulte respirar. Es importante que permita la alineación de la columna al dormir.
• Duermo boca arriba: se recomienda grosor y firmeza intermedia, para que se apoye la nuca y cervicales sin problemas permitiendo la alineación la espalda.
• Duermo de lado: evitar extremos, ni almohadas duras que fuerzan al cuello a quedar levantado, ni almohadas blandas que hacen caer al cuello y evitan la alineación de la columna. Lo mejor es una dureza intermedia.
• Duermo en diferentes posturas: lo mejor es siempre una almohada adaptable para que cambie su forma acorde a la disposición del cuello, hombros y espalda, permitiendo la alineación correcta de la columna. Las más recomendadas son las visco elásticas, comúnmente llamadas almohadas inteligentes.

• Cervicales: vienen en varias formas y materiales, añaden amortiguación especial en la parte inferior para sostener el cuello.
• De Agua: favorecidas por fisioterapeutas y quiroprácticos, se utilizan para crear tu propio nivel a medida de densidad y apoyo.
• Frescas: ideales contra sofocos y sudores, se rellenan de pequeñas perlas que absorben el calor.
• Oxigenantes: su tecnología ayuda a promover la circulación para pacientes con diabetes, aumentando el contenido de oxígeno en los vasos sanguíneos.
• Con Gel:  almohada con las características de las visco elásticas,a las que se incorpora una fina capa de gel a una de sus caras para conseguir frescor y hacer descender la temperatura algunos grados, lo que reduce la aparición del sudor y proporciona sensación de alivio.

Es indispensable que la ropa de cama sea de buena calidad, más allá del gasto que esto implique, ya que esto garantizara que  sea cómoda, que se logre la temperatura deseada en la cama y evite la irritación de la piel o genere cualquier otra alergia o lesión indeseada en el cuerpo.

• Debemos combinar cualidades estéticas, funcionales y ornamentales a la hora de elegir (relax + tranquilidad + descanso). Lo más importante es la practicidad, optar por tejidos de fácil limpieza, por ejemplo, aquellos que podamos lavar en casa, o los que nos permitan evitar el planchado, etc.
• Debemos elegir los tejidos y texturas acordes a la temporada que se trate y a la temperatura de la época del año en la que estamos. Por ejemplo, el raso es genial para el verano por su frescura, mientras que en invierno se recomienda la franela por su calidez.
• Debemos acondicionar la cama para lograr un buen descanso y además hacer agradable el ambiente en el que dormimos. Mientras mayor calidad, mayor durabilidad y confort. Además, de esta forma nos aseguramos que los productos que compramos vienen con tratamientos anti ácaros o son para personas alérgicas, y de tal modo estamos contribuyendo a nuestra salud. Otro dato importante es la cantidad de hilos que tenga el tejido, mientras más cantidad de hilos es mayor la calidad y a su vez, más costoso será el producto, ya que significa que el material e hilado es más fino en su fabricación (la cantidad de hilos se refieren a la densidad del tejido por metro cuadrado).

Podemos agrupar la ropa de cama en tres grandes grupos:

• Sabanas
• Abrigos de cama (cubrecamas, cobertores, acolchados, edredones, etc.)
• Accesorios y complementos de cama (cubre colchón, cubre somier, fundas, almohadones, etc.)

Lo principal para elegir la ropa de cama correcta es saber el tamaño exacto que necesitamos para cada elemento, podemos encontrar medidas estándar como:

• 1 plaza
• 1 ½ plaza ( o Twin)
• Full
• 2 plazas
• 2 ½ plazas (o Queen )
• Súper Queen
• King
• Súper King

• Primero debemos revisar las etiquetas que trae el producto para saber cómo tratarlo, lavarlo y si hay que planchar o no el tejido (Ojo! algunos tejidos se limpian en seco)
• Las sabanas , fundas, cubre colchones y sabanas ajustables, deben lavarse 1 vez por semana o al menos cada diez días para mantener su higiene, en el caso de los abrigos de cama es preferente no lavarlos tan seguido para preservar su calidad (Por lo general se lavan cuando finaliza la temporada).
• No lavar con productos que contengan cloro, porque deteriora las fibras del tejido, lo más recomendable es higienizar la ropa de cama con algún jabón suave y líquido.
• No debemos planchar los productos a menos que sea necesario, y que la etiqueta lo especifique.
• Dejar secar muy bien los productos luego de lavarlos, preferentemente un rato al sol y al aire libre, para que se oxigene la trama.
• Ventilar seguido la ropa de cama en uso, no tender de inmediato la cama, para evitar acumulación de sudor, humedad u olores corporales.

• Conservar en sitios oscuros, frescos y secos (evitar lugares con moho o con humedad)
• Colocar en bolsas herméticas plásticas preferentemente, para evitar ácaros, insectos y polvillo en los productos de una temporada a otra.
• Guardar siempre la ropa de cama limpia, previamente lavada y bien seca.
• Colocarle aromatizantes y antipolillas a las pilas guardadas, para evitar malos olores y polillas.

A la hora de elegir un mueble, es importante pensar en nuestras necesidades:

• Cuál es su función?
• Donde ira ubicado y como es el ambiente/entorno en el que estará?
• Que espacio tengo para ubicarlo?
• Cuál es el mejor material, acorde al tipo de mueble y al lugar donde ira ubicado?
• Cuál es el presupuesto disponible que tengo para comprarlo?
• Tengo niños o mascotas? Que debo tener en cuenta respecto a ellos?

Luego la cuestión radica en establecer el precio que estoy dispuesto a pagar, siempre acorde a la calidad del producto que quiero adquirir. Por otro lado, es importante tener en cuenta en el espacio en que va a encontrarse el mueble, que otros muebles hay, de que materiales son, de que colores, y algo a destacar, es pensar el tema del Armado/ Desarmado del mismo, sobre todo por cómo va a ingresar a nuestra casa y al espacio donde hay que ubicarlo.

En cuanto a los muebles de madera, es importante recalcar que es un material muy noble y tiene una larga duración, pero también es muy delicada si queremos que siempre se mantenga bien. Sus peores enemigos son la luz, el polvo y la falta o exceso de humedad. Lo importante es mantener la madera siempre humectada, para evitar que se resquebraje o se escame. Para que el mueble no se manche con la luz hay que mover los objetos que se encuentren sobre él.

Para el uso y cuidado diario de los muebles de madera, hay que tener en cuenta los siguientes cuidados:

• Usar periódicamente un producto para acondicionar y proteger la madera. Lo más recomendable es el uso de ceras especiales para muebles de madera. Ésta se aplica sobre todo el mueble y se deja actuar algunas horas. Luego debes frotar enérgicamente con un trapo de algodón. No saques brillo enseguida, porque sacarías la cera y el mueble no quedaría bien protegido.
• Utiliza agua siempre en mínimas dosis sobre un paño humedecido para limpiar restos de polvo o suciedad. Luego seca siempre con un paño seco. Si derramas líquido, secalo inmediatamente para que no quede manchado.
• Evitá poner objetos calientes sobre ellos; trata de usar siempre objetos aislantes especiales para poner cosas, tales como posavasos, individuales, un mantel grueso, etc.
• Para quitar las manchas debés usar productos suaves. Puedes mezclar una pizca de jabón neutro en un litro de agua caliente y pasar esta mezcla con un paño humedecido, secando luego con un paño seco.
• Manchas de pintura:si la pintura aún está fresca, quítala con un paño húmedo; si se trata de pintura seca, quítala suavemente con una espátula de plástico o con un removedor especializado.
• Cera de vela:si la cera aún está blanda, puedes pasarle un hielo envuelto en plástico para que se endurezca y luego la quitas suavemente con una espátula de plástico.
• Grietas:Aunque no lo creas, las pequeñas grietas a veces las puedes solucionar pasando un lápiz de cera (sí, esos que usan los niños) para rellenar la grieta y quitar el exceso suavemente con una espátula de plástico. Debés tratar de que el lápiz de cera sea de un tono similar al de tu mueble. También existen pastas especiales para madera, que cumplen la misma función. Debés tener en cuenta que esta pasta se contrae, así que debes echar siempre un poco más de la necesaria.
• Derrame de alcohol o esmalte:no lo frotes, porque empeorará el daño. Debes secar el alcohol o esmalte, esperar una noche completa y al día siguiente usar un removedor. Casi siempre funciona, pero de paso decolora el área, así que debés pintarla nuevamente.
• Quemaduras: si tu mueble presenta quemaduras, podés disolverlas frotando un algodón con un poco de removedor de esmalte de uñas. Podés disimular la mancha con un lápiz de cera del tono o con pasta de zapatos y luego pasar un paño suave y limpio.
• Rayones y marcas:Podés disimularlo pasando un lápiz de cera o pasta de zapatos del mismo tono de la madera, y luego pasarle un paño limpio y seco para sacar el sobrante. De todas maneras si el daño es muy profundo tendrás que consultar la ayuda de un especialista.
• Muebles pintados:Los muebles de madera pintados son aun más fáciles de limpiar. Solo necesitas una esponja empapada en agua con detergente, y evitar raspar la pintura.